Obispos de Venezuela piden oración ante la visita Ad Limina

ACN.- (María Lozano) Venezuela atraviesa una de las crisis más graves de su historia. El episcopado venezolano se prepara para acudir a su cita con el Santo Padre siguiendo la tradición de las visitas ad Limina. Será la primera con Papa Francisco, ya que las dos últimas tuvieron lugar en los años 2002, siendo Papa San Juan Pablo II y durante el año 2009 bajo el Pontificado de Benedicto XVI. En esta ocasión, 9 años más tarde, los obispos venezolanos presentaran al Papa argentino la grave situación de un país fragmentado y hundido en una gran crisis económica y social.

Maria Lozano de la Fundación Pontifica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) entrevistó a Mons. Mario Moronta, obispo de la diócesis de San Cristóbal de Venezuela, sobre la importancia del viaje en un momento decisivo para el futuro del país.

¿Cuándo es exactamente la visita ad Limina? ¿Cuándo esperan ver al santo Padre?

La visita Ad Limina se realizará entre los días 6 al 15 de septiembre. Se dará inicio oficialmente con una Celebración Eucarística en la Basílica de San Pedro, presidida por Mons. José Luis Azuaje, Arzobispo de Maracaibo  y presidente de la Conferencia Episcopal. El Papa Francisco nos recibirá a todos los obispos el próximo 10 de septiembre en horas de la mañana.

¿Cuál la situación actual del país?

La crisis se ha agudizado. Ahora con la reconversión económica, aun cuando hay medidas que aparentemente quieren beneficiar a la gente, se ha creado una gran confusión. No hay confianza en la dirigencia política. Hay muchísimos venezolanos que están emigrando a otros países, con las consecuencias que esto conlleva.

¿Conoce el Santo Padre la situación de Venezuela?

El Papa conoce muy bien y de primera mano la situación del país. Se le informa de manera permanente y conoce las grandes dificultades que atraviesa el pueblo venezolano y también el trabajo que está realizando la Iglesia en estos tiempos de crisis.

¿Cuáles son las preocupaciones más grandes que quieren compartir con él?

Son variadas. La primera cosa que le vamos a decir al Papa es que continuaremos siempre la misión evangelizadora propia de la Iglesia, pero siempre al lado de la gente, del pueblo y, en especial, de los más pobres. Que nuestro gran interés es la dignidad de la persona humana, iluminada por el Evangelio. Por supuesto que no estamos ajenos a las dificultades y problemas, que daremos a conocer; pero también que somos constructores de puentes y de esperanza para un pueblo sufrido.

¿Por qué es importante esta visita a Roma?

Además de ser una actividad que se realiza cada cierto tiempo, en estos momentos la importancia radica en la posibilidad de reafirmar nuestra comunión con el Papa y con la Iglesia universal. Por eso, la vemos como una manifestación de la gracia de Dios para enriquecimiento de todos. A esto le añadimos el saber que podremos ser confirmados en nuestra misión por el Sucesor de Pedro. También esperamos brindar nuestro apoyo y consolación al Papa en estos momentos que está recibiendo ataques en su contra.

¿Qué podemos hacer para que esta visita tenga fruto? 

En mi diócesis, siguiendo las directrices de la Conferencia Episcopal, he pedido de manera especial que el 11 de septiembre se dedique una jornada de oración intensa por la visita Ad Limina y sus frutos para todo el país. Ese día es la festividad de Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela. Para ello hemos sugerido que en las diversas parroquias se tenga la exposición del Santísimo Sacramento, y que se invite también a que en cada hogar se rece el Santo Rosario. También que se pida a los enfermos y ancianos a unirse desde sus casas en oración por la visita ad Limina. Creo que además de motivar la oración por el éxito pastoral de la visita, es importante hacer sentir que no se trata ni de un viaje turístico ni de un evento de carácter burocrático, sino la expresión de comunión eclesial de los obispos y de la Iglesia en Venezuela. Considero que la Visita se realiza en un momento particular de la historia de nuestro país. Por eso, la vemos y consideramos como una expresión de la gracia de Dios que nos enriquecerá a todos.

 

 

Entrada anterior
India: Una motocicleta para un sacerdote cambia la vida en comunidad
Entrada siguiente
En Perú y Bolivia: Ayuda para el sustento de 212 religiosas que acompañan a desamparados