ACN.- «Gracias por su trabajo, ¡hace bien!». Así felicitó el Papa Francisco a la delegación de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) durante una audiencia privada a la que asistieron también Rebeca, una joven nigeriana víctima de Boko Haram, y el marido y la hija de Asia Bibi, encarcelada por blasfemia en Pakistán.
Un encuentro durante el cual el Papa quiso rezar expresamente por Asia Bibi y las mujeres que siguen estando prisioneras en manos de Boko Haram. «El testimonio de Rebeca y el de Asia Bibi son un modelo para una sociedad que cada vez tiene más miedo al dolor. Son dos mártires «, dijo el Papa después de escuchar la narración dramática de la violencia sufrida por la mujer nigeriana que dio a luz al hijo de uno de sus carceleros, y la de la familia de Asia Bibi, la mujer paquistaní en prisión que desde 2009 está condenada a muerte por blasfemia.
«A menudo pienso en tu madre y rezo por ella», dijo el Papa a Eisham, quien, al saludar al Papa, lo abrazó. «Cuando visité a mi madre antes de venir, ella me pidió que le besara». «Santo Padre – añadió el marido de Asia, Ashiq – Le pido que rece, unidos en Cristo, por mi esposa y por todos los cristianos perseguidos».
La audiencia, que duró 40 minutos, era previa al evento organizado por ACN que iluminó de rojo el Coliseo de Roma como símbolo de unión con los mártires cristianos. Presentes en el Coliseo estuvieron varios políticos italianos, entre ellos el Presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani. El político apeló a Europa a defender la libertad de cada ciudadano de poder vivir su fe abiertamente.
