ACN.- La zona de los borana se encuentra en el sur de Etiopía, en el territorio que hace frontera con Kenia. Allí la Iglesia Católica todavía está en sus inicios, pues hace 45 años llegaron por primera vez misioneros católicos a esta zona. Los Misioneros Espiritanos allí presentes han fundado entretanto tres parroquias y varias escuelas.
Los miembros de la tribu de los borana son nómadas. Una parte se ha vuelto sedentaria porque los misioneros han cavado pozos que han permitido que la gente se asiente en torno a ellos, pero muchos siguen desplazándose constantemente en busca de pastos para sus manadas de reses.
Como la región es muy seca, el agua es cuestión de vida o muerte. Por esta razón, surgen de vez en cuando luchas con los miembros de otras tribus cuando, por escasez de agua o pastos, una tribu lleva su rebaño a las tierras de otra. Sin embargo, desde que la Iglesia Católica está presente en la zona, se registran menos enfrentamientos. En el pasado, la norma no escrita era que un hombre debía ser valiente, y que si uno sacaba un arma, el otro también tenía que defenderse de la misma forma. Todo se reducía a “él o yo”. Entretanto, esto ha cambiado, pues, en caso de conflicto, los miembros cristianos de las tribus inmediatamente piden que se hagan las paces.
También para las mujeres, la presencia de la Iglesia supone un cambio positivo: en la tradición de los borana, una joven no “se casa”, sino que “es casada”, y en la ceremonia no se le pregunta si está de acuerdo. Hasta hace poco, no había conciencia de la dignidad de la mujer. Cuando una niña se quedaba embarazada antes de la boda, la vendían a una tribu enemiga. En cambio, la Iglesia Católica enseña que hombre y mujer tienen el mismo valor ante Dios. También está aumentando el interés por la educación porque la Iglesia despierta en los padres la conciencia de que la educación escolar también es importante para las niñas.
Los Espiritanos han abierto varias escuelas en la región. Al principio, la gente desconfiaba, pero, finalmente, han entendido que la educación los ayuda a mejorar sus condiciones de vida y a defender sus derechos. Además, leer la Biblia y otros textos religiosos les permite profundizar su fe.
El interés por la fe cristiana es grande, ante todo, entre niños y jóvenes, por lo que los Espiritanos se han propuesto reforzar sobre todo la labor con la juventud. Así, por ejemplo, organizan encuentros con jóvenes de otras tribus. En este remoto territorio es más bien raro que los jóvenes se encuentren con jóvenes de otras tribus, pero en el Estado multiétnico de Etiopía, donde conviven más de 80 etnias con lenguas y religiones diferentes, esto supone una importante experiencia. Y es que no es infrecuente que los jóvenes de regiones remotas y subdesarrolladas emigren a otras zonas o a las ciudades, y que allí tengan grandes problemas a la hora de integrarse en un entorno totalmente extraño.
Pero también es importante que se acompañe adecuadamente a los adultos en su camino de fe. Muchos de los que son bautizados ya están casados por ritos tradicionales, y cuando se convierten al Cristianismo, son preparados para la ceremonia eclesial para que vivan el matrimonio de forma cristiana. Se percibe claramente que el número de creyentes que acude a la Santa Misa y recibe la Comunión aumenta rápidamente debido a estos cursos de preparación matrimonial. Además, está previsto que los enfermos y discapacitados que no pueden desplazarse a la iglesia sean visitados más a menudo en sus casas y que allí tengan la posibilidad de recibir la sagrada Comunión o la Unción de los enfermos.
Los Misioneros Espiritanos también quieren ocuparse de que los catequistas, que transmiten en los pueblos que asisten la fe, estén mejor formados, pues es importante que conozcan bien la Sagrada Escritura y la Doctrina de la Iglesia cuando guían a la gente hacia la fe y la ayudan a profundizar su vida de fe.
Nosotros hemos prometido 4.800 euros para apoyar y fortalecer la labor pastoral que realizan los Misioneros Espiritanos en esta zona.
Referencia: 118-04-49