ACN.- San Juan el Limosnero se hizo famoso por su extraordinario amor a los necesitados, pues dondequiera que presenciara una necesidad, intentaba aliviarla por todos los medios. Cuando, finalmente, se convirtió en Patriarca de Alejandría, se encargó de dar de comer a 7.900 pobres cada día. Murió en el año 619 y hoy es venerado como santo por los cristianos tanto católicos como ortodoxos.
A él está consagrado un proyecto de ayuda puesto en marcha por la Iglesia Greco-Católica Melquita en Zahlé (Líbano), cerca de la frontera con Siria. Desde diciembre de 2015, el comedor de Juan el Limosnero es un lugar al que acuden todos los que no pueden permitirse un almuerzo caliente a diario. Allí acuden refugiados sirios y también libaneses pobres, niños de la calle y niños en cuyas casas no hay suficiente para comer. Cada día, el comedor ofrece a unas 600 personas un almuerzo caliente. Pero también reciben una comida –a domicilio– unas 150 personas ancianas y discapacitadas que ya no pueden salir de casa.
Los voluntarios les llevan el almuerzo a sus casas, y con ello no solo llevan una ayuda para el cuerpo, sino también para el alma, pues estas personas a menudo completamente solas también reciben así una atención y una sonrisa: “Todos nosotros experimentamos así el amor de Cristo Redentor. Es un signo de Su amor hacia los hombres, que cura todas las heridas”, dice una voluntaria. Para recalcar la dimensión espiritual de este servicio, siempre se reza una oración antes de comer y se canta una canción religiosa.
Ayuda a la Iglesia Necesitada apoya este proyecto con 225.000 euros para otros seis meses.
Referencia: 326-09-59