Proyecto: Dos embarcaciones para la pastoral en la región Amazonas

ACN.- La prelatura de Tefé se encuentra en la Amazonia, en el norte de Brasil. Amplias partes de su territorio, que con una superficie de 265.000 metros cuadrados es aproximadamente tan grande como Italia, solo son accesibles por agua, y las distancias son inmensas.

Esto también representa un enorme reto para la Iglesia Católica, pues las 14 parroquias con sus 520 filiales ubicadas a orillas de los ríos están muy dispersas. Hasta ahora, los sacerdotes y los misioneros laicos necesitaban entre dos y tres días para trasladarse de una comunidad de creyentes a otra.

Las lanchas que se utilizaban para la pastoral tenían más de veinte años de antigüedad y eran de madera, y su mantenimiento resultaba cada vez más costoso porque gastaban mucha gasolina. Y como la normativa medioambiental es cada vez más severa, también resultaba cada vez más difícil y caro conseguir madera para arreglar las lanchas. Finalmente, los trayectos de varios cientos de kilómetros eran largos y penosos: para llegar a la parroquia más lejana, el viaje duraba 120 horas. Por todo ello, los creyentes tenían que esperar mucho tiempo a que los visitara un misionero. El problema es que cuanto menos participan los creyentes en la vida de Iglesia y cuanto menos asistencia pastoral reciben, tanto más fácil lo tienen las sectas ricas en recursos a la hora de expandirse y captar a nuevos miembros.

Gracias a la ayuda de nuestros bienhechores, fue posible comprar dos lanchas de aluminio, lo cual ha contribuido a reducir a la mitad la duración de los viajes de una comunidad a otra. Ahora, los misioneros pueden visitarlas con mayor frecuencia. Además, el consumo de gasolina se ha reducido muchísimo.

Cada una de las lanchas, convertidas en “misiones flotantes” con cocina y baño, tiene doce metros de eslora y tres metros de manga. En ellas pueden pernoctar hasta diez personas, y para las Santas Misas y celebraciones ofrecen asientos para 35 personas.

Ambas lanchas llevan el logotipo de la Prelatura y un nombre religioso, para que puedan ser reconocibles como lanchas misioneras. A una incluso se le pudo el nombre del Padre Werenfried van Straaten, el fundador de ACN. Los creyentes, felices de que ahora la Iglesia acuda a ellos con mayor frecuencia, dan las gracias de todo corazón a todos los bienhechores. Con su ayuda, en los próximos tiempos se construirán otras dos lanchas misioneras adicionales.

Referencia: 212-01-29

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