ACN.- La recién fundada parroquia de Gbunzunzu, ubicada en la República Democrática del Congo, se encuentra en una zona en la que mucha gente intenta ganarse el sustento en las minas de oro. Estas minas hacen que algunos se hagan muy ricos, mientras que, para innumerables personas, son el origen de explotación, miseria, problemas de salud e incluso una muerte prematura. Los obreros trabajan como animales arriesgando la vida y en condiciones pésimas, están expuestos a sustancias cancerígenas y radiactivas, y viven en pequeños alojamientos atestados, separados de sus familias y lejos de sus aldeas de origen. A menudo, estas circunstancias destruyen las estructuras familiares tradicionales.
La Iglesia Católica es allí para la gente el principal punto de referencia, pues hay una gran necesidad de ayuda y de pastoral. Allí donde la Iglesia no puede ocuparse lo suficiente de la población se expanden las sectas, que prometen dinero fácil y curaciones milagrosas. Finalmente, entre estas personas desarraigadas se extienden rápidamente el deterioro moral y la desesperación. La nueva parroquia, que ya de por sí es muy grande con sus 25.000 habitantes, ha surgido de la partición de la parroquia de Babonde, a la que pertenecen 42 aldeas.
En Gbunzunzu ya hay una iglesia y los Padres del Sagrado Corazón de Jesús han organizado una variada oferta de asistencia a los necesitados, consistente en víveres, medicamentos y ropa. Ahora, tras la creación de la nueva parroquia, quieren ampliar esta oferta. Su objetivo es dar más relevancia a la educación, la asistencia médica y el fortalecimiento de la moral, pues todos estos son condiciones importantes para un futuro mejor. Y hay esperanza, pues cada año se celebran 800 bautizos en esta zona. Conforme a ello, también aumenta la demanda de otros sacramentos y de la catequesis.
La nueva parroquia está consagrada al Sagrado Corazón de Jesús. El hecho de que ya cuente con una iglesia parroquial es importante, pero los sacerdotes necesitan una casa para poder residir permanentemente en la sede parroquial y estar disponibles para la gente. ACN destinará 30,000 euros para apoyar este proyecto.
Referencia: 114-01-19