ACN.- Tombe tenía siete años cuando su padre le dijo a él y al resto de la familia que ya no estaban seguros en su casa y que tenían que huir.
Después de casi dos semanas a pie por el bosque, llegaron a la República Centroafricana. Allí, la familia de Tombe llegó al campo de refugiados de Mboki. “En ese momento vivíamos muy cerca de la escuela católica y de la iglesia. Jugábamos al fútbol en el recinto de allí. Veía la
labor que hacían los sacerdotes y pensé: quiero ser como uno de ellos”.
Tombe escribió una carta para expresar su deseo de ingresar al seminario y convertirse en sacerdote. Hasta ese momento no había, asistido nunca a una escuela formal. Finalmente cuando tenía 15 años fue aceptado en la escuela católica. Después de tres años de escuela en
el campamento de refugiados, lo enviaron a Uganda para asistir allí a la escuela secundaria.
El peregrinar de Tombe, nacido en Sudán del Sur, refugiado en la República Centroafricana, ha sido de lucha para formarse como seminarista y servir a su pueblo. La Iglesia es todavía débil en un país tan joven como Sudan del Sur que ha vivido una larga guerra y muchos conflictos étnicos: hay pocos sacerdotes y religiosas, por eso cada uno de ellos son un tesoro para los fieles.
Oremos: Señor ilumina a los formadores del seminario para que creen un cenáculo donde el encuentro contigo ayude a cada seminarista a confi gurar su corazón.
