ACN.- El convento benedictino de Nuestra Señora de la Escucha se fundó en 2005 en la diócesis de Natitingou, en el norte de Benín, África. Las religiosas fundadoras procedían de Francia, pero ahora ya cuentan también con hermanas nativas, y cada vez más jóvenes beninesas se interesan por la vida benedictina.

Sin embargo, en 2022 las religiosas tuvieron que abandonar su convento debido a su ubicación en la zona fronteriza con Burkina Faso, donde actúan yihadistas, y donde la situación se volvió demasiado peligrosa. Las Benedictinas encontraron refugio en la arquidiócesis de Parakou, que se encuentra más al sur y que, por tanto, es más segura. Poco antes de su traslado, otra joven se había unido a las religiosas. Esta joven ayudó en febrero de 2022 a empaquetar todas las pertenencias en cajas y a desempaquetarlas de nuevo y, al poco tiempo, ingresó oficialmente en el noviciado.

Mientras que el antiguo convento estaba apartado en el monte, la casa donde las Benedictinas encontraron su nuevo hogar está en el centro de una vibrante ciudad. La Hna. Anne Elisabeth cree que la providencia de Dios así lo ha querido: “El Señor nos envía hoy al corazón de la ciudad de Parakou, justo en el centro pastoral de la diócesis y cerca del seminario menor interdiocesano de Nuestra Señora de Fátima. En el corazón de esta dinámica ciudad africana, donde confluyen múltiples realidades sociales y religiosas, afrontamos el desafío de nuestra misión mediante la oración de intercesión. De este modo, Dios nos muestra de forma aún más visible que antes la urgente necesidad de rezar por el mundo. Evidentemente, se trata de interceder por el mundo entero, pero muy especialmente por el país que nos acoge, por nuestra diócesis y su Iglesia local, y, sobre todo, por sus sacerdotes y seminaristas”.

La Hna. Anne Elisabeth prosigue así: “La ubicación en la ciudad también nos da mayor visibilidad y facilita que los fieles descubran nuestra liturgia. Sabemos cuánto anhelan hoy las personas -cristianas o no- hacer un alto de vez en cuando, incluso en una jornada llena de trajín, para encontrar al Señor en medio del bullicio y confiarle sus preocupaciones y alegrías. La semana pasada, un joven vino aquí con su prometida para reflexionar sobre su vida futura en un entorno donde el tiempo parece haberse detenido”.

La ubicación en el corazón de la ciudad de Parakou brinda a las Benedictinas la oportunidad de acercarles de forma sencilla la vida benedictina a los jóvenes: así, por ejemplo, las religiosas organizan retiros para chicas jóvenes. En ocasiones, también se producen encuentros aparentemente fortuitos “a través de los cuales el Señor nos muestra cómo obra”, explica la religiosa. Así, una vez pasó por delante del convento una joven que empujaba una carretilla llena de hierbas, y esta joven ahora quiere unirse a las Benedictinas.

El antiguo convento contaba con un huerto de verdura, un huerto frutal y una granja de animales, y allí producían hostias y miel de un colmenar propio, y también disponían de una casa de huéspedes para ganarse el sustento. En cambio, en su nuevo convento tienen que empezar de cero, y por eso queremos apoyarlas con una ayuda al sustento.

Si deseas apoyar visita: Donativo Ayuda a la Iglesia Necesitada | ACN México (acn-mexico.org)

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