En medio de bombardeos los niños de Alepo piden a la UE la paz

ACN.- (Mark Riedemann)  A iniciativa de Ayuda a la Iglesia Necesitada un grupo de niños que viven en Alepo tuvieron un encuentro vía Skype con representantes de la Unión Europea. A seis horas de iniciar la charla había bombardeos intensos por lo que las mamás no estaban seguras de llevar a sus hijos hasta la Iglesia desde donde ocurriría el enlace coordinado por el P.Ibrahim. Al final  las caras de los niños se vieron en la pantalla de la UE. Con voces tímidas y entrecortadas por la mala señala aparecieron los menores hablando en una mezcla de árabe, francés e inglés. El grupo conformado por 25 menores realizó dibujos en torno a la paz que estaban de fondo en la imagen que se trasmitía.

Los  niños a su vez vieron los ojos de aquellos que que habían prometido no olvidarlos y algunos de sus comentarios fueron:

«No duermo por la noche a causa de las bombas. He perdido a muchos amigos debido a la guerra. Hemos perdido nuestros lugares para jugar – ahora sólo podemos jugar en casa porque es demasiado peligroso «, dijo Jean Paul, de 10 años.

También habló Salim de 14 años: «Yo vivo en West Aleppp. No podemos vivir una  vida normal. Cuando vamos a algún lugar no estamos seguros y no es seguro regresar vivo. He perdido a mis mejores amigos, unos han muertos y otros se fueron».

Por su parte el P. Ibrahim explicó ante los funcionarios de la UE: «La paz es posible juntos. Hablo en nombre del pueblo después de seis años de guerra de una guerra absurda. Los que más sufren son los más débiles, en este caso los niños. Hemos visto la falta de agua, la falta de electricidad, hemos visto enfermedades físicas causadas por enfermedades psicológicas como consecuencia del impacto de las bombas. Hemos cerrado las escuelas porque la situación es tan mala. No podemos seguir viviendo así. Tenemos grandes esperanzas de que esta intervención con la UE cambie esta situación en Alepo – para que los jóvenes sigan viviendo en este país y se queden. Nosotros, como Iglesia, estamos tratando de hacer todo lo posible y permitirles vivir una medida de paz, al menos por algunos momentos. Necesitamos su ayuda – tenemos esperanza en Europa para que podamos tener nuestra dignidad en nuestro país”.

 

En la sala de los políticos había 15 eurodiputados, medios de comunicación internacionales y el coro infantil caldeo. El panel estuvo presidido por Antonio Tajani y copresidido por Anna Maria Corazzo Bildt junto con el representante de ACN de Alepo Fr. Ziad Hilal.

Antonio Tajani dio la bienvenida a los niños y condenó la guerra, el bombardeo y el sufrimiento de los niños pidiendo a los socios internacionales que renovaran el diálogo para poner fin al conflicto. «El Parlamento Europeo quiere reforzar su compromiso a favor de la paz. Estamos cerca de la gente de Alepo. Detener el bombardeo. Cristianos y musulmanes pueden vivir juntos, es posible vivir en paz. Queremos vivir juntos en paz «.

Corazzo Bildt confirmó este mensaje diciendo: «No los olvidamos, no están solos. No es culpa de los niños que haya guerra. Detener el bombardeo, los conflictos no terminan con la violencia, sólo a través del diálogo. Europa tiene que hacer más para proteger los derechos de los niños. Gracias a la Iglesia Católica, a los sacerdotes ya la Iglesia Caldea”.

En los últimos meses más de 50.000 personas han huido del lugar. De los 120.000 cristianos que vivían en Alepo antes de la guerra, hoy sólo quedan 30.000, entre ellos menores de edad, los cuales entablaron una conversación con políticos de la Unión Europea.

 

 

Los combates en Aleppo durante los últimos días han sido particularmente violentos e intensos. Los bombardeos de calle por calle, junto con el fuego de armas pequeñas, han marcado el flujo de la guerra entre las fuerzas rebeldes y las del gobierno. Más del 70% de las antiguas áreas rebeldes están ahora en manos del gobierno. El control de Aleppo, la segunda ciudad más grande de Siria, es decisivo para el resultado de un conflicto que ha costado más de 400.000 vidas y ha consumido el país durante más de seis años.

 

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