ACN.- El régimen de Eritrea se apodera de todos los servicios de salud administrados por católicos. Miles de personas enfermas en toda Eritrea están siendo privadas de atención médica vital después de que el gobierno confiscó tres hospitales, dos centros de salud y 16 clínicas.
Los soldados del gobierno forzaron a los pacientes a retirarse de sus camas y salir fuera de las clínicas. Asimismo, confiscaron casas religiosas cuando confiscaron se tomaron los 21 institutos de salud administrados por la Iglesia Católica, que atienden a al menos 170,000 personas cada año.
Fuentes cercanas a la Iglesia Católica dijeron a Ayuda a la Iglesia Necesitada (AC) que, a menos que los servicios se reanudaran rápidamente, la gente podría morir, y algunos caminarían hasta 25 km para acceder a algunas de las clínicas.
Los cuatro obispos de Eritrea condenaron la acción en una carta dirigida a la ministra de salud de Eritrea, Amna Nurhusein.
La carta anuncia su negativa a cooperar con el programa de confiscación, una acción que termina con locales de servicios de salud de la Iglesia Católica, algunos de los cuales datan de más de 70 años.
Llamando a la medida “profundamente injusta”, la carta dice: “Privar a la iglesia de estas… instituciones es socavar su propia existencia, y exponer a sus trabajadores, a los religiosos y religiosas y a los laicos a la persecución…
La carta, de la cual se envió una copia a ACN, continúa: “Declaramos que no entregaremos nuestras instituciones por nuestra propia voluntad y nada en términos de su equipo”.
Una fuente dijo: “El personal de algunas clínicas se negó a entregar las llaves para que los soldados irrumpieran en ellas”.
El contacto de ACN agregó: “Nuestro mensaje al gobierno es simple: déjenos en paz.”
“Es deber de la Iglesia cuidar de los enfermos, los pobres y los moribundos; nadie, ni siquiera el gobierno, puede decirle a la Iglesia que no haga su trabajo.
“Nuestras instalaciones médicas seguían fielmente las instrucciones del ministerio de salud y la mayoría de las veces, los supervisores del ministerio las apreciaban mucho”.
La fuente católica dijo que el gobierno quería ser el único proveedor de atención médica, pero que la mayoría de las personas prefería los institutos administrados por católicos, ya que los estatales generalmente tienen poco equipamiento y escasez de personal, y muchos buscan asilo en el extranjero.
El contacto dijo: “Al proporcionar estos servicios, la Iglesia no está compitiendo con el gobierno, sino que simplemente está complementando lo que el gobierno está haciendo”.
No está claro si el régimen intenta reabrir los institutos más tarde, el contacto de ACN dijo que los institutos de salud católicos que el régimen había incautado hace dos años siguen cerrados.
La medida es una nueva estocada a la Iglesia que ya tuvo que defender, con anterioridad, su derecho a tener escuelas y enseñar a los pequeños.
La iglesia católica vive una situación difícil, pues las autoridades demandan control de todas las organizaciones de cuño religioso, como escuelas, clínicas médicas, orfanatos y otras instituciones de innegable importancia para la población del país.
Hizo un llamado a la comunidad internacional para que pidan al gobierno del presidente Isaias Afewerki que busque el camino de la reconciliación.