Informe anual 2018 de ACN: Más de 111 millones de euros de apoyo a la Iglesia en todo el mundo

ACN.- 111,1 millones de euros para la Iglesia necesitada, oprimida y perseguida en todo el mundo: este es el total de los donativos reunidos en 2018 por Ayuda a la Iglesia Necesitada (conocida internacionalmente como ACN) a través de sus 23 sedes nacionales y su sede internacional.

Esta cantidad, obtenida gracias a los donativos particulares de los más de 330.000 benefactores que ACN tiene a nivel internacional, ha permitido llevar a cabo 5.019 proyectos en 139 países.

“Nos conmueve la generosidad de nuestros benefactores de todo el mundo”, dijo Thomas Heine-Geldern, Presidente Ejecutivo Internacional de ACN, durante la presentación del Informe. “¡Su sacrificio y su fe han vuelto a mover montañas!”

Al igual que en los últimos años, una gran parte de los donativos se destinó a proyectos en África (27%) y Medio Oriente (25%). La región de Medio Oriente ha experimentado un aumento significativo de la ayuda en los últimos años: desde el inicio de la llamada ‘Primavera Árabe’ en 2011, la Fundación Pontificia ha destinado a esta región un total de 99 millones de euros, de los cuales, más de 18 millones tan solo en 2018. La ayuda de emergencia a miles de cristianos desplazados y refugiados, sobre todo en Medio Oriente, representó más del 12% de la ayuda total prestada el año pasado. Aquí cabe subrayar la gran labor de reconstrucción de las casas cristianas, hecha posible gracias al apoyo de ACN en Siria e Irak. De hecho, 1.479 viviendas cristianas han sido reconstruidas en Medio Oriente gracias a la intervención de la Fundación.

En Medio Oriente se encuentra también el país que más se benefició en 2018 del apoyo de ACN: hablamos de Siria, donde se han apoyado proyectos por un valor de 8,6 millones de euros (más de 2.9 millones de euros más que en 2017). En la clasificación de los beneficiarios ocupa el segundo lugar otro país de Medio Oriente, Irak, donde el año pasado se financiaron proyectos por un total de 6,5 millones de euros. Le siguen India (5,2), Ucrania (3,2) y la República Democrática del Congo (2,8).

En cuanto a los ámbitos de intervención, los proyectos de construcción y reconstrucción siguen ocupando el primer lugar (31,9% de la ayuda) con un total de más de 23.200.000 euros destinados a la construcción de 2.470 viviendas, capillas, iglesias, conventos, seminarios y centros pastorales.

Les siguen las intenciones de Misas (16,4%). En 2018 se beneficiaron de este apoyo, particular y fundamental en las zonas pobres donde los sacerdotes no pueden contar con ninguna otra forma de subsistencia, 40.569 sacerdotes: uno de cada diez en el mundo. En total, el año pasado se celebraron 1.421.001 Santas Misas por las intenciones de los benefactores de ACN, es decir, una Santa Misa cada 22 segundos.

El tercer lugar lo ocupan las ayudas de emergencia, en igualdad con el apoyo a la formación de sacerdotes y religiosos (12,4%). Además, en 2018 se apoyó la formación de 11.817 futuros sacerdotes, es decir, uno de cada diez seminaristas en el mundo, y se financiaron los estudios complementarios de 4.370 sacerdotes. Además, las intenciones de Misas permitieron apoyar a 1.383 sacerdotes que enseñan en los seminarios mayores.

También se concedió una gran importancia a la educación religiosa de los laicos, el quinto ámbito, que representó el 11,2% de la ayuda. El año pasado se financió la formación de 14.169 catequistas y laicos comprometidos.

La sexta categoría es la relativa a los medios de transporte para la pastoral (6,8%), con la adquisición de 907 vehículos: 370 autos, 189 motocicletas, 342 bicicletas, 2 camiones, 2 buses y 2 embarcaciones. A esta categoría le sigue el apoyo a los medios de comunicación cristianos y a la publicación de la Biblia y otros textos religiosos (4,6%). Entre textos sagrados y publicaciones propias, en 2018 la Fundación hizo posible la publicación y difusión de 1.103.480 ejemplares.

Estas cifras muestran una realidad fundamental de apoyo a la Iglesia en todo el mundo. Un apoyo que se presta también y sobre todo desde la cercanía con la Iglesia oprimida y perseguida, y mediante la capacidad de reaccionar de forma concreta ante los ataques de los que son víctimas, con frecuencia cada vez mayor, las comunidades cristianas. Con motivo de trágicos atentados como las recientes masacres en Sri Lanka el día de la Pascua o los frecuentes ataques en países como Pakistán y Nigeria, Ayuda a la Iglesia que Sufre siempre ha reaccionado con prontitud, permitiendo que las comunidades afectadas se recuperaran y fortalecieran su presencia, incluso en países donde los cristianos representan una pequeña minoría oprimida. A través de la reconstrucción de las iglesias destruidas, del apoyo a las familias de las víctimas, y haciendo posible que sacerdotes, religiosas y religiosos puedan proseguir con su trabajo. Demostrando que la fe tiene el poder de derrotar al odio.

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