GAZA: «Esta Pascua estamos más cerca que nunca del Salvador crucificado»

ACN.-  Las líneas telefónicas están cortadas y las conexiones en línea se interrumpen continuamente. Difícilmente se puede entender lo que la hermana Nabila está tratando de decir: «bastante», «bien», «Iglesia»… Luego la línea se corta, y así han sido las cosas durante las últimas semanas. De vez en cuando solo llegan unos pocos mensajes escritos: «Estamos bien». Pero cuando sigues insistiendo te das cuenta de que «bien» significa «estamos vivos», porque la situación es angustiosa: «No tenemos suficiente, nos falta todo». Pero la esperanza y la gratitud siempre están presentes: «Lo poco que tenemos se debe a la gracia de Dios. La gente de afuera está sufriendo aún más que nosotros porque no tienen ese consuelo en este momento».

Destrucción tras el bombardeoGaza, destrucción tras bombardeo en Gaza, diciembre de 2023.

 

La comunidad cristiana de Gaza atraviesa el peor momento desde el estallido de la guerra. Otro socio del proyecto Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), cuya línea telefónica es estable, pero que la organización prefiere mantener en el anonimato por temor a represalias, dice: «Nuestra gente sufre constantemente. Cada vez que ambas partes hablan de una tregua, la intensidad de las operaciones militares aumenta». Durante las últimas dos semanas, el barrio de Al Zeyton, donde se encuentra la parroquia de la Sagrada Familia, ha sufrido intensos enfrentamientos militares y bombardeos. Según los informes de ACN, el recinto parroquial acoge actualmente a 128 familias, un total de 512 cristianos, católicos y ortodoxos, incluidos 120 niños menores de 18 años, entre ellos 60 con discapacidad, y 84 personas mayores de 65 años.

Los suministros de alimentos son muy, muy limitados y «el problema no tiene nada que ver con la disponibilidad de efectivo», explica la misma fuente, «es simplemente que los alimentos son escasos y es difícil encontrar dónde comprarlos. La comunidad cristiana aprovecha todas las oportunidades posibles para conseguir agua potable y alimentos», confirma.

Santa Comunión en la Parroquia de la Sagrada Familia en Gaza.
Santa Comunión en la Parroquia de la Sagrada Familia en Gaza.

 

Con la ayuda de ACN, entre otras organizaciones, el Patriarcado Latino puede proporcionar por persona dos comidas a la semana y una barra de pan cada dos días. Pero otros días, la comunidad tiene que sobrevivir administrando sus suministros o tratando de encontrar alimentos de otras maneras. «La gente camina durante largas horas para conseguir una cajita de comida, que al final no alcanza ni para tres personas. En esta dieta forzada, compartir se está convirtiendo en parte de la vida cotidiana y de su nueva identidad cristiana», dice la fuente a ACN.

El agua potable es uno de los desafíos más serios en este momento. «Tenemos agua sucia para los inodoros y las unidades sanitarias, y el agua se está purificando con métodos tradicionales». Otro problema grave es el saneamiento. Como resultado de la escasez, muchas personas han perdido peso. «Los niños sufren un virus que causa náuseas y diarrea y cuatro de los ancianos se enfrentan a enfermedades graves y requerirían hospitalización inmediata. Esto es imposible en este momento».

Santa Misa celebrada en la Parroquia de la Sagrada Familia en Gaza.
Santa Misa celebrada en la Parroquia de la Sagrada Familia en Gaza.

 

Sin embargo, la fe es algo que anima a la pequeña comunidad, dice el socio del proyecto. Además de la celebración de la misa diaria, las sesiones de catequesis y el rezo del rosario, la parroquia organiza actividades para niños y encuentros para curar el trauma a través de la oración. El personal del centro católico de Tomás de Aquino, que se trasladó al recinto parroquial después de que su edificio fuera bombardeado, también participa en estas actividades.

El sacerdote y las monjas, como la hermana Nabila, que cuidan de la gente, están haciendo un trabajo heroico. «Todos están agotados, nadie puede experimentar realmente por lo que están pasando. Con la gracia de Dios, nuestros hijos están ahora más cerca de su fe que nunca. Es una Pascua muy especial, estamos más cerca que nunca del Salvador crucificado», concluye el socio del proyecto.

A pesar de que es muy difícil comunicarse con la hermana Nabila, hay una cosa que ella siempre le dice a ACN que pida a la gente: «Recen por nosotros, oren por toda la población, para que esta guerra termine«.

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