ACN.-Los sismos del pasado mes de septiembre, afectaron a 22 diócesis de todo el país, 14 de ellas se encuentran severamente dañadas. En total suman 1760 templos con afectaciones totales o parciales. La diócesis de Morelos tan solo ha registrado 320 templos afectados, donde el 60% están colapsados y fuera de servicio, informó en conferencia de prensa en Jojutla, Morelos, Mons. Miranda, Secretario General de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM).
“Hasta el día de hoy Caritas mexicana ha reunido la cantidad de 20 millones de pesos de colecta nacional”, señaló el Secretario General de la CEM.
También mencionó que la CEM ha recibido ayudas extranjeras que ascienden a alrededor de 6 millones de pesos y provienen del Papa Francisco y otros organismos internacionales como Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN); Adveniat; Catholic Relief Services (CRS); diferentes Conferencias Episcopales como la de España, Polonia, Corea del Sur; Diócesis de Brownsville, Chicago y San Antonio y que 30 trailers de Houston han ido a todo el país repartiendo víveres para las zonas afectadas.
Mons. Miranda dijo que se han aplicado 14 millones en las diferentes diócesis afectadas para la construcción de centros comunitarios o proyectos especiales. Y está por determinarse dónde irán los 150 mil euros otorgados por el Papa Francisco.
En cuanto a la restauración de los 1.760 templos se hará una reconstrucción global con alianzas, una parte tendrá que ser asumida por el INAH, ya que los monumentos históricos tienen un seguro y deberá de encaminarse el proceso para que se aplique. Del resto se hará con apoyo de la sociedad civil, organismos internacionales y la propia Iglesia.
Por su parte, el Nuncio en México, Franco Coppola aseguró que después del terremoto de septiembre, se ha mostrado una manera diferente de enfrentar un desastre y mucho más rápido que en otros lugares. “Se ve que es un país joven porque no se quedan sentados, la gente reacciona tratando de reconstruir. México ha sido golpeado de una manera trágica, pero la gente no se queda en la tragedia sino que trabaja para reconstruir y recomenzar su vida”.
El Nuncio se dijo sentir admirado ya que hoy México tuvo la capacidad de unirse olvidando las divisiones, partidos y polémicas. “Este regalo de unidad que nos dio esta tragedia, es algo que tenemos que guardar; es una oportunidad que tenemos, no para dividirnos nuevamente, sino para tratar de pensar solo en el bien de los demás”.
El representante del Vaticano en México, aclaró que la Iglesia no es un banco y que el Papa no es un empresario que puede decidir sacar de su cuenta bancaria y aplicar recursos donde quiera. “La Iglesia somos todos nosotros, por eso somos Iglesia universal. En todo el mundo hay una colecta un día al año en la fiesta de San Pedro y San Pablo, donde todas las diócesis se la envían al Papa para ayudarlo a hacer caridad y tener un fondo para necesidades de emergencia que hay en todo el mundo. De ahí fue posible mandar a México”.
Finalmente dijo que estamos llamados a dar nuestra pequeña contribución. Como África, continente en pobreza extrema, que es capaz de mandar su aportación solidaria cada año en favor de los misioneros y de las necesidades del Papa. Ellos saben que habrá otros que les manden apoyo.
Mons. Coppola termina diciendo: “Cada uno de los mexicanos se olvidó de su condición y se dio cuenta que está vivo, que tiene dos manos y se puso a ayudar a otros”.