Obispos iraquíes siguen preocupados por el futuro de los fieles

ACN.- Han pasado cuatro años desde la invasión del «Estado Islámico» (EI) en las poblaciones cristianas de la llanura de Nínive, al norte de Irak, y la falta de seguridad brilla por su ausencia, según explica el arzobispo ortodoxo sirio Timotheus Musa Al Shamani.

«Sin seguridad y sin trabajo ningún cristiano querrá quedarse en Irak»;  así de contundente lo  expresó el obispo de la diócesis de San Matti recientemente, en una conversación mantenida con ACN. Al Shamani apeló a la comunidad internacional a que cumpla con sus responsabilidades. «En la llanura de Nínive deberían venir  las Fuerzas de Paz de la ONU. Queremos que nos den una garantía de que nuestra libertad y nuestra seguridad quedarán a salvo».

Según el arzobispo, Estados Unidos tiene una especial responsabilidad  con la seguridad de los cristianos: «todos los políticos obedecen a los Estados Unidos», dijo.  Al Shamani se mostró crítico con los anuncios del gobierno estadounidense actual de enviar en el futuro los fondos de ayuda directamente a los cristianos perseguidos por el EI y no a través de las organizaciones de las Naciones Unidas. «Oímos muchos discursos del presidente Trump; pero queremos ver hechos», dijo el arzobispo, quien  teme que se produzca un regreso de grupos islámicos radicales. «Suponemos que en el futuro surgirá un nuevo grupo similar al EI, o como quiera que se llame».

El 6 de agosto de 2014, los yihadistas del EI conquistaron el centro cristiano, situado cerca de la metrópoli de Mosul, al norte de Irak. Unos 120.000 cristianos se vieron obligados a huir. Muchos de ellos pasaron años como desplazados en su propio país, o huyeron al extranjero.

Desde 2016, tropas gubernamentales iraquíes y sus aliados están reconquistando los territorios ocupados por el EI, donde ya  han vuelto decenas de miles de cristianos a sus hogares, gravemente dañados . ACN  apoya decisivamente la reconstrucción. El arzobispo Al Shamani agradeció expresamente a la fundación su apoyo durante los años de desplazamiento. «Sin la ayuda de organizaciones eclesiales como ACN, los cristianos no hubiéramos podido sobrevivir».

El arzobispo católico caldeo de Erbil, Mons. Bashar Warda, también resaltó el apoyo prestado por ACN international. Su diócesis acogió a gran parte de los desplazados cristianos dentro del país. En relación con los trabajos de reconstrucción en la llanura de Nínive, el arzobispo  subrayó la importancia de conseguir progresos rápidos. «Este verano es muy crítico para nosotros. Tenemos que hacer muchos esfuerzos para reconstruir esas poblaciones. El gobierno iraquí ya nos ha comunicado que no tiene dinero y que  por eso no nos ayudará».

El arzobispo de Erbil se mostró optimista en relación con las promesas económicas del gobierno estadounidense. Aunque todavía no haya llegado el dinero, dijo Mons. Warda, «estoy absolutamente convencido de que Estados Unidos quiere ayudar. Es la primera vez que un gobierno americano reconoce que aquí la gente es perseguida por su fe».

Mons. Warda resaltó el papel de los cristianos en las sociedades de Oriente Próximo: «Todo Oriente Próximo sufre convulsiones por la violencia, la corrupción y el amiguismo político. Está todo  corrompido por el pecado. Es Jesús quien perdona esos pecados y quien cura las heridas. ¿Quién podrá dar a Jesús a esa región encrespada y corrupta sino los cristianos?  Por eso no solo somos cristianos, sino discípulos del perdón y la caridad».

ACN ha aportado 6,9  millones de euros para la reconstrucción de los pueblos cristianos ocupados por el EI. Hasta el momento (datos de julio de 2018) han podido regresar el 45 por ciento de las familias desplazadas; y el 35 por ciento de las casas destruidas o dañadas han sido rehabilitadas. También se han restaurado las iglesias dañadas por el EI. De este modo, la fundación pontifica continúa esforzándose para ayudar a los cristianos perseguidos de Irak, que comenzaron  con la crisis humanitaria de 2014. Para los cristianos desplazados dentro del mismo país, ACN también ha puesto a disposición —en el marco de una de las mayores acciones de ayuda de su historia— fondos para vivienda, escuelas ,nutrición y atención médica.  En general, ACN ha apoyado a los cristianos en Irak con 35,7 millones de euros desde 2011.

 

 

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