ACN.- A Khushpur, el pueblo católico más grande de Pakistán, lo llaman medio en broma el ‘Vaticano pakistaní’. Y es que este pueblo con sus casi 8.000 católicos y una vida de Iglesia extraordinariamente activa es la columna vertebral de la Iglesia Católica en este país de mayoría musulmana. De la aldea han salido numerosas vocaciones sacerdotales y religiosas, y también dos obispos.
Khushpur es también el lugar de nacimiento de Shahbaz Bhatti, el ministro católico para las Minorías asesinado en 2011 por hombres enmascarados con ráfagas de ametralladora por pronunciarse contra la ley contra la blasfemia. Un grupo talibán reivindicó la autoría del atentado. Shahbaz Bhatti fue enterrado en su pueblo natal, y sólo tres semanas después de su asesinato, la Conferencia Episcopal de Pakistán solicitó oficialmente al Vaticano que lo
incluyera en la lista de Mártires de la Iglesia Universal. En su última entrevista, el ministro describió su compromiso como “testimonio por Cristo”.
Khushpur también es importante porque allí está desde 1952 el Centro Nacional de Formación de Catequistas, donde actualmente cursan su formación trienal 63 varones. A los que ya están casados y tienen familia se les proporciona un piso, y sus esposas también asisten a diversos cursos, por ejemplo, de costura, economía doméstica y cuidados de salud y también sobre la Biblia. Como en Pakistán la vida de las mujeres y los hombres está estrictamente separada, las esposas de los catequistas pueden ocuparse de las mujeres de las comunidades de creyentes. Los hijos de los participantes van a la guardería o a la escuela.
Los futuros catequistas, procedentes de todo Pakistán, regresan a sus diócesis de origen tras graduarse para servir allí a la Iglesia. Como muchas parroquias abarcan grandes territorios y suelen estar formadas por muchos pueblos, a menudo muy dispersos, los catequistas desempeñan un papel importante en la transmisión de la fe, ya que los sacerdotes no pueden estar en todas partes al mismo tiempo.
ACN viene apoyando este centro de formación de catequistas desde hace muchos años, y también este año queremos volver a hacerlo. Nuestra ayuda se ha hecho aún más necesaria que en el pasado, porque la elevada tasa de inflación ha disparado los precios. Así que queremos contribuir a que los 63 futuros catequistas puedan proseguir su formación.
Referencia: 328-07-79