ACN.- La República Centroafricana es, desde que logró su independencia en el año 1960, un país atribulado por las crisis y en el que suceden los golpes de Estado. Numerosas agrupaciones armadas con los nombres más variopintos, pero que siempre perpetran los mismos crímenes, aterrorizan desde siempre a la población: saquean las casas, incendian los pueblos, secuestran a personas inocentes, violan a mujeres y niñas, y asesinan. En 2013 se desencadenó una sangrienta guerra civil, y hasta hoy amplias franjas del país están dominadas por rebeldes. El Gobierno no hace nada y abandona a la población a su suerte.
Prácticamente la única ayuda que recibe la población procede de la Iglesia. Esta se ocupa de los huérfanos, necesitados y enfermos, gestiona escuelas y hospitales, y acoge en sus conventos y misiones a desplazados cuyos hogares fueron incendiados por rebeldes. Los sacerdotes y religiosos ponen en peligro sus propias vidas al enfrentarse a los rebeldes armados para proteger a mujeres y niños indefensos. Algunos sacerdotes han sido secuestrados, algunos han sido asesinados y muchos han sido amenazados con armas.
Para reconstruir el país no solo es necesario reconstruir casas y centros destruidos, sino también y sobre todo fortalecer y renovar los corazones y las conciencias de la gente. Y es que el país solo tendrá un futuro si se supera el odio y se pasa página sobre la base de la reconciliación y el perdón. Además, es importante que los creyentes conozcan bien la Buena Nueva de Cristo, pues aunque dos tercios de la población sean cristianos, en muchos lugares todavía están muy arraigadas la creencia en la brujería y la superstición.
Para el Arzobispo de Bangui, Cardenal Dieudonné Nzapalainga, es muy importante que la gente lea la Sagrada Escritura y que profundice en su mensaje. Por desgracia, actualmente la Biblia en sango, una de las lenguas oficiales del país, está agotada y hay que volver a imprimirla. Para el Cardinal, este es uno de los proyectos más importantes.
ACN quiere contribuir con 37.140 euros a la impresión de 30.000 ejemplares del Nuevo Testamento en sango.
Referencia: 142-08-89
