ACN.- Una enorme alegría reina entre los católicos bangladesíes porque el Papa Francisco anunció el 9 de octubre que el Arzobispo de Dacca, Mons. Patrick D’Rozario, será consagrado Cardenal. En este país mayoritariamente musulmán, los católicos solo representan una pequeñísima minoría de un 0,2 %, y en los últimos tiempos, los cristianos y los miembros de otras minorías religiosas han sido de forma creciente víctimas de atentados.
Así, en noviembre de 2015, el misionero italiano Piero Parolari sobrevivió a un intento de asesinato. En julio de 2016, veinte extranjeros fueron asesinados en un restaurante de la capital de Dacca, atrocidad que fue reivindicada por la organización terrorista del Estado Islámico. Cada vez son más frecuentes los asesinatos de cristianos, hindúes y budistas.
No obstante, los creyentes católicos no permiten que el miedo los paralice y se han propuesto, sobre todo en este Año de la Misericordia, contraponer el perdón a la violencia y el terror.
Tres Puertas Santas ha abierto la Iglesia Católica bangladesí en el Año Santo. Una de ellas se encuentra en la iglesia de la Virgen del Rosario en Hashnabad, perteneciente a la Diócesis de Dacca. A la parroquia pertenecen unos 3 mil católicos cuya fe es muy firme y que participan activamente en la vida de Iglesia.
Su iglesia parroquial fue erigida en torno al 1770 por misioneros portugueses y es uno de los edificios cristianos más antiguos de la actual Diócesis de Dacca. La iglesia fue renovada en el año 2002, mientras que la casa parroquial, construida hace 150 años, ya se encontraba en tan mal estado que amenazaba con derrumbarse en cualquier momento, por lo que era peligroso permanecer en ella.
La única salida era derribarla. Gracias a la ayuda de nuestros bienhechores, hemos podido subvencionar la construcción de una nueva casa parroquial con 15.000 euros. El nuevo edificio tiene dos plantas y alberga las viviendas y cuartos de estudio de los sacerdotes, la oficina, un cuarto de invitados, una sala para reuniones, la cocina y el comedor. Para gran alegría de la comunidad de creyentes y sus sacerdotes, ya se ha podido inaugurar el nuevo edificio. Por ello dan las gracias muy cordialmente a todos los que han contribuido a su construcción y prometen rezar por todos los bienhechores.
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