ACN.- El párroco P. Lazarus Kennedy Girevulo celebrará en 2017 el aniversario de plata de su ordenación sacerdotal. Cuando, hace 25 años, fue ordenado en la catedral de San Agustín en Mangochi, África, todavía no podía intuir que un día dirigiría una parroquia catedralicia. Su parroquia tiene 18 filiales dispersas, por lo que el P. Girevulo y los otros dos sacerdotes tienen muchísimo trabajo a la hora de atenderlas a todas.
El Obispo de Mangochi, Mons. Stima Monfort, quiere que los sacerdotes de su diócesis estén cerca de la gente. Para él, lo primero es fortalecer la fe, pues, aunque en Malaui los cristianos representen a una mayoría de un 80 % frente a un 13 % de musulmanes, en la Diócesis de Mangochi el porcentaje de estos últimos varía, según la región, entre un 50 y un 90 %. Además, en los últimos tiempos se han registrado varios ataques a cristianos. Para algunos creyentes resulta interesante pasarse al Islam, sobre todo, cuando la única escuela de su localidad es un centro musulmán. “Necesitan ayuda y ánimos”, señala su Obispo.
Por desgracia, las carreteras están en muy mal estado, y esto dificulta enormemente los desplazamientos de los sacerdotes a los poblados. Sobre todo durante la época lluviosa, que va desde finales de diciembre hasta finales de marzo, los caminos se convierten en barrizales difícilmente transitables.
Hasta hace poco, el párroco Girevulo disponía de un coche de casi treinta años de antigüedad que se encontraba en muy mal estado y que apenas servía de ayuda. Gracias al apoyo de los bienhechores de ACN, que han donado 19.000 euros, ha sido posible adquirir un nuevo vehículo que le facilita mucho la labor pastoral a él y a los otros dos sacerdotes.
El P. Girevulo nos ha escrito lo siguiente: “Les doy las gracias a ustedes y a los muy honorables bienhechores por haber hecho posible que nuestra solicitud obtenga una respuesta positiva. Este vehículo nos será de gran ayuda en la pastoral. Con la ayuda de Dios haremos todo lo posible para que el vehículo se mantenga en buen estado a la hora de servir al pueblo de Dios cuando visitamos las filiales, las escuelas y los centros para enfermos. Y es que debemos estar cerca de nuestros creyentes para que no tengan miedo a la hostilidad de algunos musulmanes y para que no se aparten de la fe católica”.
Referencia: 135-01-29
