«El silencio y la indiferencia ayudan a los perseguidores, el Coliseo en rojo puede abrir mentes y corazones»

ACN.- El próximo 24 de febrero a las 18:00, el Coliseo de Roma se teñirá de rojo en memoria de la sangre derramada por los cristianos, incluidos los mártires de nuestra era. Tanto en Mosul como en Alepo edificios simbólicos serán iluminados para unirse a la iniciativa. Así mismo en Portugal el Santuario de Cristo Rey en Almada se iluminará de rojo.

«Realmente aprecio esta iniciativa que es muy relevante y conecta lo histórico con la situación actual. Eventos como la iluminación del Coliseo logran abrir las mentes y los corazones de las personas; despertar el interés por el tema de la libertad religiosa y mostrar más solidaridad con los que sufren por este motivo”. Con estas palabras, Ján Figel, enviado especial de la Unión Europea para la Promoción de la Libertad Religiosa, expresa su apoyo a la próxima iniciativa de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).

A la celebración en Italia han anunciado su participación personalidades como el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, el secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana, monseñor Nunzio Galantino y el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani.

ACN organiza tales iniciativas para que el mundo abra los ojos a las violaciones contra la libertad religiosa, silenciadas con demasiada frecuencia por los medios y la comunidad internacional. Una queja compartida por el mismo Figel. «Desafortunadamente, los medios y los políticos no prestan suficiente atención a esta situación. Ese silencio e indiferencia ayudan a quienes cometen tales crímenes y perjudican aún más a las víctimas».

Paul Bhatti, hermano de Shahbaz Bhatti, ministro paquistaní asesinado el 2 de marzo de 2011, elogia la iniciativa de ACN: «No podemos permanecer en silencio frente a estas personas valientes que sacrificaron sus vidas por su fe en Cristo y por los demás». Durante la celebración se  proyectarán en la fachada del Coliseo rostros de víctimas de la persecución cristiana en nuestros días, entre ellos Shahbaz Bhatti: «Mi hermano dio su vida no solo por los derechos de los cristianos, sino por los de todas las minorías, también de los musulmanes», comenta Paul Bhatti recordando el trabajo del ministro asesinado en Pakistán por su esfuerzo para modificar la ley contra la blasfemia. «Es un deber – agregó Bhatti – rendir homenaje a estos mártires a través de eventos como este y honrar su memoria».

El estado actual de respeto a la libertad religiosa y al culto es «alarmante», como dice el enviado de la UE para la libertad religiosa en el mundo. «El 75 por ciento de la población mundial vive en países donde existen violaciones graves o incluso extremas de este derecho fundamental. Y desafortunadamente esta tendencia continúa empeorando: las negaciones se ven exacerbadas por la intolerancia y la discriminación y, por la persecución que conduce incluso al genocidio».

Contemplar la heroicidad de los mártires es también dar aliento a la fe de Occidente, apunta Magdalena Santoro, hermana de Don Andrea, sacerdote asesinado en Turquía el 5 de febrero de 2006: «Si mi hermano estaba preocupado por los pocos cristianos que quedan en Turquía y que sufren serias limitaciones en la práctica de su fe, más aún lo estaba por la falta de fe en Occidente. ‘No saben lo que están perdiendo’, nos decía cada vez que nos visitaba en Italia”. «Hay muchas de esas historias que son una gran fuente de inspiración para todos nosotros – concluye Figel – Una figura que es particularmente querida para mí es la de San Maximiliano Kolbe, el sacerdote polaco que ofreció su vida en el campo de concentración Auschwitz para salvar la de un hombre de familia «.

 

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