ACN.- Tres Padres Oblatos se ocupan de la parroquia católica de Chernígov, situada en el norte de Ucrania.
Nada más comenzar la guerra, Chernígov cayó en manos del Ejército ruso. Durante un mes, la ciudad estuvo bloqueada, muchas personas murieron en los ataques aéreos y grandes partes de la ciudad quedaron destruidas. No obstante, incluso cuando se les ofreció la oportunidad de abandonar la ciudad, estos religiosos se negaron porque tenían la convicción de que debían permanecer junto a sus fieles. Desde entonces, la parroquia se ha convertido en un lugar de refugio para muchas personas, y no sólo para los creyentes.
Los bombardeos provocaron cortes de agua, electricidad y gas en muchos lugares de la ciudad. En cambio, en el monasterio tuvieron la suerte de que el suministro de agua siguió funcionando, por lo que se formaban ante él largas colas de gente para conseguir agua. Además, los Padres también tenían una provisión de velas para los cortes de luz.
Los Padres Oblatos buscaban a personas de la zona cuyos familiares estaban preocupados porque ya no podían contactar con ellos, y también visitaban a muchas personas necesitadas en sus casas para llevarles comida, agua y otros suministros necesarios.
Lo más triste fue el servicio prestado a los numerosos muertos. Todos los días, los Padres acudían a uno de los tanatorios de la ciudad para rezar por los fallecidos. Como había combates alrededor del cementerio, los muertos tuvieron que ser enterrados en fosas comunes. Por la noche se recogían y enterraban los numerosos ataúdes almacenados en un patio, todos marcados de tal manera que, después de la guerra, pudieran ser desenterrados, asignados correctamente y enterrados dignamente.
Chernígov fue liberada a finales de marzo, pero sus habitantes siguen necesitando ayuda. Los Padres Oblatos pasan la mayor parte de su tiempo visitando a los creyentes: rezan con ellos, los escuchan cuando les cuentan los graves sufrimientos que han padecido, los acompañan, les brindan consuelo y también les facilitan ayuda material concreta. Y es que muchas personas han perdido sus empleos y sus posesiones, mientras los precios no dejan de subir.
Los Padres necesitan urgentemente un coche para su labor, pues no sólo se ocupan de los fieles de la ciudad de Chernígov, sino también de las parroquias de Slavutych, a 60 kilómetros, y de Snovsk, a 90 kilómetros de distancia. ACN apoya para la compra de un vehículo.
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