El voto no debe estar marcado por el odio dice Cardenal de Sao Paulo

ACN.-  A pocos días de las elecciones en Brasil, con el país fuertemente polarizado entre los dos candidatos Fernando Haddad y Jair Bolsonaro, el Cardenal Arzobispo de São Paulo, Mons. Odilo Scherer, advierte en un mensaje del elevado grado de exigencia que implica este acto electoral. “El voto nunca debería estar marcado por el odio, la rabia o la irresponsabilidad en relación con el bien común. El voto es una cuestión de conciencia y ha llegado la hora de que cada uno ponga algo de su parte para que Brasil esté mejor después de las elecciones. Al fin y al cabo, eso es lo que cuenta».

Las palabras del prelado adquieren especial relevancia ante el hecho de que Brasil es uno de los países del mundo con mayor número de católicos (172 millones) y también uno de los más violentos, con más de 60.000 homicidios al año, lo cual representa cerca del 12,5% de todos los homicidios del planeta.

Las elecciones que tendrán lugar el próximo domingo han creado una barrera de discordia que está dividiendo a la población, enfrentando a familiares, amigos e incluso estados unos contra otros. Es un momento de incertidumbre y miedo. También la Conferencia Episcopal de Brasil ha advertido a los católicos acerca de la importancia de este acto electoral. Ya en el pasado mes de abril difundió el documento Compromisso e Esperança, que contiene una reflexión sobre las elecciones de 2018.

En uno de los mensajes centrales del documento, los Obispos exhortan “a la población brasileña a convertir este difícil momento en una oportunidad de crecimiento, abandonando los caminos de la intolerancia, el desánimo y el desencanto”. Para ello, los prelados animan “a las comunidades eclesiales a asumir, a luz del Evangelio, la dimensión política de la fe, al servicio del Reino de Dios”. En su mensaje, los Obispos brasileños recuerdan que la esperanza siempre debe estar presente, a pesar de las dificultades del día a día. “Sin dejar de tener los pies en la dura tierra de la realidad, nos mueve la esperanza, que nos compromete a superar todo lo que aflige al pueblo”.

ACN Brasil está muy comprometida en la promoción pastoral y social de la Iglesia en Brasil, haciendo ese esfuerzo de superación al que se refieren los Obispos en el documento Compromisso e Esperança. Una labor que data de la década de los sesenta, cuando el Padre Werenfried van Straaten, fundador de ACN, envió un ejemplar de su obra Me llaman Padre Tocino a varios Obispos de diferentes lugares del mundo.

Uno de dichos libros fue a parar a las manos del Cardenal D. Jaime Câmara, por entonces Arzobispo de Río de Janeiro. Mons. Câmara respondió, dando las gracias y animando al Padre Werenfried a incluir a Brasil en su labor misionera. En su carta, el prelado decía: “En Latinoamérica todavía no somos una Iglesia perseguida, pero esto también podría ocurrirnos a nosotros. Si un día fuéramos perseguidos, usted nos ayudaría, porque ese es su trabajo. Pero si nos ayuda ahora, le saldrá más barato”.

Con ese llamado – unido a una petición expresa del santo Papa Juan XXIII – comenzó, casi en forma de desafío, el trabajo de ACN en Brasil. El Padre Werenfried incluso viajó a Brasil, visitó las grandes favelas y se conmovió con tantas personas hambrientas que vivían en condiciones infrahumanas. En una oración que escribió a los pies del Cristo Redentor, el Padre Werenfried dijo que no podía permanecer indiferente a todo lo que había visto. “Lo que he visto en esta parte del mundo es un escándalo. Aquí Tu Iglesia es más vulnerable que en cualquier otro lugar del mundo”.

Desde entonces, ACN ha financiado más de seis mil proyectos pastorales en Brasil, muchos de los cuales benefician directamente el ámbito social. Ejemplo de ello son la construcción de capillas y de monasterios de clausura en las regiones más desfavorecidas que trae proyectos de abastecimiento de agua potable y de energía eléctrica o las ayudas a la locomoción de sacerdotes y religiosas que traen educación y cuidado médico donde nadie quiere invertir.

Es también el caso de los barcos para el inmenso río del Amazonas. Antes de que ACN hiciera entrega de los nuevos barcos, los sacerdotes tenían que recorrer el en embarcaciones viejas y peligrosas río muchas veces durante cerca de cien horas para llegar a las comunidades dispersas por las orillas del río.

Sin duda, gracias a la visión profética del Padre Werenfried, que comprendió desde su primer viaje a Brasil que era obligatorio ayudar a esta inmensa nación, Brasil es todavía hoy uno de los países prioritarios que más ayuda recibe de la fundación ACN que sigue fiel a ese compromiso.

 

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