Asia Bibi es nominada para recibir Premio Sajarov de los Derechos Humanos 2017

ACN.- Asia Bibi, la mujer católica condenada a muerte por la ley de blasfemia en Pakistán, ha sido nominada para el Premio Sajarov de los Derechos Humanos 2017, otorgado por la Unión Europea.

La madre católica de cinco hijos fue denunciada por “blasfemia” en 2009. Ese año Bibi había bebido agua de un pozo, lo cual fue criticado por sus compañeras musulmanas porque, al ser cristiana, Asia era impura y había contaminado el agua.

Esto generó una discusión y la cristiana respondió a los insultos contra su fe afirmando: “Yo creo en mi religión y en Jesucristo que murió en la Cruz por los pecados de la humanidad. ¿Qué hizo su profeta Mahoma para salvar a la humanidad?». Esto fue tomado como una blasfemia, un delito castigado en el país de mayoría islámica con la pena de muerte.

Se inició una batalla legal para salvarla. Sin embargo, los principales funcionarios que trabajaron por su liberación, el líder católico y Ministro de Minorías Shabahz Bhatti; y el gobernador de Punjab Saalman Taser, fueron asesinados por criticar la ley de blasfemia.

Asimismo, la presión de extremistas musulmanes evitó que la justicia tome una decisión final en favor de la mujer, que permanece en prisión desde su condena en 2010.

El ganador del Premio Sajarov 2017 será anunciado el 26 de octubre por el Parlamento Europeo, el cual concede este galardón a personas o grupos distinguidos por la defensa de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

También fue galardonado en 2001 el hoy Arzobispo Emérito de Lubango, Mons. Zacarías Kamwenho, que contribuyó a la firma en 2002 del alto al fuego que puso fin a la guerra civil en Angola, África.

La nominación de Asia fue presentada por Peter Van Dalen, miembro del Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos en el Parlamento Europeo. Afirmó que el caso de la madre católica “tiene una importancia simbólica para otros que sufren por la libertad de religión o de expresión”.

Opinión similar tuvo Kaleen Dean, analista intelectual paquistaní, al señalar que “en ella se ve la situación de toda la comunidad cristiana. Su caso es trágicamente indicativo de la inseguridad de todas las minorías en lo que se refiere al respeto de los derechos humanos fundamentales”.

«Está en juego la libertad de religión en Pakistán”, afirmó.

En ese sentido, Nasir Saeed, director de la ONG Claas (Centro de Ayuda y Asistencia Legal), que defiende a las minorías religiosas en Pakistán, criticó la reciente presentación del Primer Ministro pakistaní en la ONU.

“El Primer Ministro pakistaní Shahid Khaqan Abbasi, asistiendo estos días a la 72° Asamblea General de las Naciones Unidas, se negó cínicamente a hablar de la ley de blasfemia, diciendo sólo que el parlamento paquistaní es el órgano encargado de enmendar las leyes”, señaló Nasir Saeed.

Saeed denunció que “desde hace años el tema (de la ley de blasfemia) es tabú, e incluso el Primer Ministro de Pakistán tiene miedo de hacer comentarios”.

Indicó que es papel de Abbasi “asegurar que no se abuse de las leyes, pero la ley de blasfemia se explota regularmente como herramienta de venganza para perseguir a gente inocente”.

“En los últimos años aumentó el abuso de la ley de blasfemia. Ahora se considera una manera simple, rápida y barata de resolver disputas privadas”, denunció.

 

Con información de Aciprensa.

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