Historias de Cuaresma 18: Un lugar cálido para los desplazados por la guerra

ACN.- Historias de Cuaresma 18: El convento de las Benedictinas de la Inmaculada Concepción, es un remanso de paz en medio del bullicio de la autovía del barrio de Solonka, en Leópolis. Es un refugio con esperanza y amor.

La Hermana Bernadeta, superiora de la comunidad de Leópolis, nos recibe con estas palabras que reflejan la gratitud y la dedicación de quienes aquí residen: “Sepan que, sin la ayuda de los benefactores de ACN, hoy no estaríamos aquí y no podríamos ayudar a quienes tanto lo necesitan”.

Desde su apertura en 2021, este hogar ha sido un faro de esperanza para aquellos que han sido desplazados por la guerra. Con tres religiosas al frente, las Benedictinas han abierto sus puertas a los más necesitados, compartiendo su vida cotidiana, sus alegrías y sus penas. No se trata solo de ofrecer ayuda material, sino también de brindar apoyo emocional y espiritual a quienes lo necesitan desesperadamente.

Sor Bernadeta nos cuenta con sinceridad: “Desde el comienzo de la guerra hemos acogido a unos 1.200 desplazados; actualmente son 25. Un matrimonio se enteró ayer de que su casa en Avdíivka (región de Donetsk) ha sido destruida. Hablamos con la gente y rezamos con ellos, pero, evidentemente, no podemos resolver los problemas del mundo nosotras solas”.

Muchos de los que llegan aquí encuentran consuelo en la fe, participando en las celebraciones religiosas y recibiendo los sacramentos. Para algunos, es la primera vez que experimentan la cercanía de lo sagrado en sus vidas.

En un contexto donde las divisiones religiosas son evidentes, en este lugar se hace patente el mensaje de amor y solidaridad que trasciende las diferencias. Como nos recuerda Sor Bernadeta: “Todos necesitan ayuda, independientemente de su confesión o religión”.

Así, en el corazón de Leópolis, las Benedictinas de la Inmaculada Concepción continúan siendo un faro de esperanza y amor para aquellos que buscan un refugio en medio de la adversidad.

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