La liberación de Asia Bibi

ACN.-  (Julieta Appendini) Justicia y paz para Pakistán es lo que Asia Bibi siembra en el corazones de los cristianos, después de su liberación, ante 9 años y medio en la cárcel condenada a muerte por la ley de la blasfemia.

El caso de Asia Bibi, madre de cinco hijos, se remonta a 2009 cuando un grupo de vecinas en la localidad de Punjab, en el este de Pakistán, la acusó de haber bebido del agua de un bidón comunitario y haberlo contaminado por ser cristiana y por haber hecho comentarios despectivos contra el profeta Mahoma.

Este caso tenía una sentencia de muerte por ser un crimen punible, de acuerdo con el artículo 295C del Código Penal de Pakistán, que forma parte de las llamadas leyes contra la blasfemia. Sin embargo, el miércoles 31 de octubre del presente, la Corte Suprema de Pakistán anuló la sentencia de muerte que pesaba sobre la cristiana de Punjab Asia Bibi, quien en 2010 se convirtió en la primera mujer condenada a muerte en el país por blasfemia.

El marido y la hija de Asia Bibi han descrito la liberación de Asia como el «momento más maravilloso» de sus vidas, y agradecieron a Dios por responder a sus oraciones. “Es la noticia más bella que podríamos recibir – declara el marido de Asia, Ashiq Masih – ha sido muy difícil en estos años estar lejos de mi mujer y saber en las condiciones tan terribles que estaba. Ahora finalmente, nuestra familia se reunirá, desgraciadamente con muchas dudas que podamos permanecer en Pakistán”.

En la audiencia pasada del 8 de octubre, los fundamentalistas han hecho un acto de manifestación a través de las redes sociales, en contra de la absolución de la “maldita” Asia, amenazando de muerte a los jueces que la han defendido. Saif ul-Malook, quien defendió a Asia, tiene mucho miedo de los fundamentalistas, siendo él un mususlmán que ha defendido a una crstiana que cometió blasfemia.

Se teme por la seguridad de la familiade Asia, de los cristianos de otras minorías. Se teme de una masacre anticristiana como la que sucedió en Gojra en 2009 o en Joseph Colony en el 2013. Sin embargo, lo único que se vive es un agradecimiento profundo a Dios.

Lo que hoy a sucedido es un milagro resultado de la oración de todos. Fe, esperanza y justicia es lo que hoy se vive despés de 9 años y medio. Es un momento histórico donde agradecemos a Dios por su misericordia. Sigamos exigiendo el derecho a la libertad religiosa, siendo un derecho fundamental para lograr la paz en este mundo.

 

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